Un Partido De Fútbol Disputado En Medio De Un Terror Incalculable
Un partido de fútbol está vinculado directamente con el hecho deportivo en sí pero también refleja la situación de dos países que se miden en un duelo. En varias ocasiones, generalmente guerras, el fútbol se vio desplazado y dejado de lado.
Pero en otras, como la que te presentamos a continuación, la pelota siguió rodando al mismo tiempo que en uno de los países que disputaba el encuentro sufría la peor atrocidad que le ha ocurrido a dicha nación. Te presentamos el Argentina - Polonia de 1974.
Lo menos importante, el partido
El 24 de marzo de 1976, Argentina y Polonia midieron fuerzas en el ámbito de lo deportivo. La ciudad de Chorzow, una ciudad a 300 kilómetros de Varsovia, la capital de Polonia era el lugar. El estadio Slatski de la ciudad disfrutaba del evento deportivo mientras que a millones de kilómetros ocurría un golpe de estado.
Le ocultaron la situación a los jugadores
Uno de los periodistas más reconocidos en el ámbito deportivo de Argentina, José María Muñoz hablaba por teléfono directamente con la radio desde Polonia. Luego de dar los detalles del encuentro, del otro lado del teléfono le comunicaron: "Hubo un golpe... un golpe de estado. No comentes nada, no le digas nada a los jugadores así no se ponen nerviosos".
Incapaces de actuar
Con una distancia inachicable y con una selección argentina que había pasado más de un problema para llegar a tierras polacas ya que habían hecho 4 escalas en Unión Soviética, Hungría, Alemania y España por la situación económica del país que no permitía abordar un vuelo directo, mucho no podían hacer ante la noticia. "Tuve incertidumbre, porque no sabes cómo termina un golpe de estado, si habría resistencia o qué" recordaba Onesime, un periodista del El Gráfico.
Argentina vencía pero perdía en todos los aspectos
El resultado futbolístico acabó con un 2 a 1 a favor de los albicelestes que festejaban en Europa por los goles de René Houseman y Héctor Scotta. Mientras que en tierras sudamericanas, en Argentina se leían las frases más terroríficas que se escucharon en los 200 años de su existencia: "Se le comunica a la población que a partir de la fecha, el país se encuentra bajo el control operacional de la Junta Militar.".
Un mensaje claro de la dictadura
Aquel mensaje que bajaban desde las altas esferas del gobierno, que eran manejadas por militares, instaba al "estricto acatamiento de las disposiciones y directivas que emanen de autoridad militar". Así como también: "extremar el cuidado de evitar acciones y actitudes individuales o de grupo que puedan exigir la intervención drástica del personal en operaciones".
No había información sobre Argentina
Si bien los periodistas que estaban fuera del país cubriendo el partido contra Polonia reconocieron tiempo después que algo como ello se podía haber dado -y finalmente se dio- no tenía un detalle real de lo que acontecía en el país. Tanto los comunicadores como el seleccionado de César Luis Menotti vivía en una burbuja por una razón que revelaremos a continuación.
La Copa del Mundo de 1978
La gran obsesión de los nuevos comandantes del país era la de celebrar de gran manera el Mundial de 1978 que ya se había fijado que se desarrollaría en la Argentina. El Mundial era una manera más de disimular que todo estaba bien en el país, así como lo fue el Nazismo con los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 o la Italia de Mussolini y el Fascismo en 1938.
Poca información y falsa
Revelan quienes recuerdan aquellos instantes desde Europa que "el único que tenía información era el Gordo Muñoz, que hacía contacto con la radio. Él decía que estaba todo en orden, todo tranquilo.". Muchos de los jugadores y los periodistas que estaban en tierras lejanas sólo tenían la posibilidad de creerle al relator ya que era muy difícil comunicarse con el país.
La noticia llegó al plantel pero hubo posiciones opuestas
El periodista Vega Onesime comentó que en un momento, la noticia se dio pero que no todos reaccionaron de la misma manera dentro del vestuario. "Dependía de cada jugador. Algunos son de madera, no les importa nada y otros ni siquiera saben lo que era un golpe de estado. Los que sí tenían una base cultural, se preocuparon".
No había la comunicación que hoy existe
Un golpe de estado es prácticamente imposible en estos días. La comunicación vía los teléfonos celulares, el Internet y las redes sociales como también demás elementos es demasiada como para lograr ocultar el hecho. Un ejemplo es el golpe que se dio en Venezuela en el 2016 que el gobierno tomó el poder pero se tiene información del hecho por más que aún no se ha regularizado la situación del país.
El fútbol por sobre todo
El periodista Onesime era un ferviente defensor de la idea que pregonaba Menotti en la selección y por ende quiso ocultarle todo lo que pudo al grupo de futbolistas. Él creía que por primera vez "en muchos años había un proyecto realmente que valía la pena respaldar". Así que el comunicador convivía con el grupo y no daba noticias del afuera.
"Estábamos muy metidos en la gira"
Aquel proceso futbolístico tan importante como para blindar al grupo de lo terroríficos actos que ocurrían a 13 mil kilómetros de distancia en buenos Aires había comenzado el 20 de marzo. Vencieron por 1 a 0 a la Unión Soviética en Kiev, luego a Polonia. "Estábamos muy metidos en la gira resaltó" Onesime el enviado de El Gráfico.
El cambio de mentalidad de Menotti
Aquel entrenador quedó en los anales del fútbol Argentino porque fue el primero, y lo será por siempre, en sacar campeón a Argentina del mundo. Pero ello aún no ocurría en 1976. En la previa a la Copa del Mundo, Menotti sostenía que los argentinos sentían una inferioridad al ver a los europeos que era vital de modificar. Y claro está, antes de celebrarse el campeonato mundial en el país.
Futbolísticamente diferentes
El comunicado de El Gráfico por aquellos años reveló: "Menotti siempre tenía la idea porque en Argentina estaba muy instalado que éramos lentos y los europeos nos ganaban por fuerza o por velocidad". Y agregó: "Menotti estaba convencido de que podíamos superar a los europeos con nuestras armas, nuestra idiosincrasia, nuestra historia".
La gira le dio la razón a Menotti
Aquella ideología sostenida por el director técnico y quien comandaba los destinos de la selección se instaló durante aquella gira y fue el gran paso hacia el título de 1978. La teoría se puso en práctica y los cuatro periodistas que viajaban a todos lados con el grupo de futbolistas respaldaron y ayudaron para que estos no se desconcentraran. Ni siquiera con algo tan sensible como un golpe de estado.
Caída luego del golpe
Hungría fue la siguiente parada en el calendario de aquella selección que no pudo volver invicta a suelo nacional. El equipo que integraba Ricardo La Volpe y Ricardo Bochini perdió 2-0 con Hungría y a pesar de ello, la gira venía siendo más que satisfactoria teniendo en cuenta los interminables viajes con los resultados futbolísticos obtenidos. El golpe de estado ya llevaba tres días en funcionamiento.
Anteúltima parada
Ya con tres partidos disputados, los viajes y demás entrenamientos hacían mella en el cuerpo de los jugadores argentinos. "La gira era devastadora. Ya ahí se sentía el esfuerzo de los viajes y el partido con nieve" señalaban algunos comentarios de la época. El Hertha Berlín de Alemania Federal le daba el envión positivo a la albiceleste por el 2 a 1 en su favor.
Último partido y retorno
Antes de retornar a la Argentina, la última parada obligada era España. Allí y contra el Sevilla de tierras andaluces acabaron empatados 0 a 0. Ya era el primero de Abril de 1974. Había pasado casi una semana desde aquel 24 de marzo de 1978 en el cual el poder militar había derrocado al poder de María Estela Martínez de Perón.
¿Qué se encontraron al llegar a Argentina?
Desde afuera, nadie podía visualizar que iba a ocurrir el desastre que se vivía dentro de la Argentina. La información que salía al exterior era toda corregida y modificada para que nadie se enterara las torturas, la violación de los derechos humanos y el momento más sanguinario y doloroso que ha vivido Argentina en toda su larga historia.
Rumbo al Mundial del terror, el de 1978
Para llegar al inicio de lo que sería una fiesta para Argentina faltaban muchos días y ello significaba demasiadas torturas a metros de donde entrenaban los jugadores. De muchos secuestros a personas que influenciaban a la sociedad, como también inexplicables asesinatos de miles de personas que fueron sacrificadas en nombre del poder militar.