Un mundial con varias sedes?
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quiere revolucionar la forma de los campeonatos del mundo, en un principio cambió la cantidad de participantes y ahora quiere que haya más de un país que se haga cargo de las sedes.
El mundial de 2026, que aún no tiene sede definida podría ser histórico ya que se encamina a ser el encuentro ecuménico que no tendría a sólo un país en la organización de dicha competencia, o eventualmente dos países, sino que podría ser compartido entre tres o cuatro naciones. El único caso en que se rompió el protocolo de disputar una Copa del Mundo en un sólo país fue en 2002 cuando Corea del Sur y Japón fueron sede conjunta del torneo que fue todo un éxito.
El proyecto del sucesor de Josep Blatter, Infantino, apunta a que tres o cuatro países sean sedes y aporten cuatro o cinco estadios cada uno para darle albergue a los encuentros mundialistas. Infantino manifestó: “Vamos a alentar la organización compartida para el Mundial porque necesitamos demostrar que la FIFA es razonable y tenemos que pensar en la sustentabilidad a largo plazo“. Y agregó: “Está perfectamente en línea con nuestras políticas de sustentabilidad y legado que quizás dos, tres, cuatro países se unan y puedan presentar conjuntamente un proyecto con tres, cuatro o cinco estadios cada uno. Ciertamente alentamos eso, Idealmente los países serán cercanos, por motivos de facilidades de viaje“. De esta manera, Qatar en 2022, el último de los mundiales que está previsto y presentado sería el definitivo en organizar por sí sólo un evento de esta naturaleza. Pasando por Rusia 2018 que es el próximo a disputarse.
La idea del italiano es que el fútbol cada vez sea más global, así lo logró hace unos meses cuando decidió que las naciones que participen en los mundiales no sean más 32, sino que asciendan a 48. La idea de la extensión de las selecciones es clara, a más equipos, más partidos y más ganancia para el ente regulador del fútbol mundial. Aunque, desde la FIFA se disfraza esa ambición con la justificación de “aumentar el interés deportivo de uno de los espectáculos más populares del mundo y dar la posibilidad a países no tan potentes de clasificarse al torneo“. Cabe señalar que en el inicio de los campeonatos del mundo, en Uruguay 1930 fueron 13 las naciones involucradas. En 1982 se amplió a 24 y en 1998 ya fueron 32 como los conocemos hoy en día.
Las razones económicas para llevar a cabo el proyecto son claras, y las deportivas se apoyan en un hecho que se dio durante la Eurocopa. El ejemplo de las selecciones de Gales o Islandia durante el torneo continental desarrollado en Francia son una justificación para poner en marcha este nuevo plan para darle lugar a planteles poco relevantes que fueron animadores de la competencia.
En cuanto a la diversificación de las sedes, le daría un manto más solidario a la competencia y de trabajo en equipo entre grandes países. Además le daría la posibilidad a selecciones que no ocupan el primer orden mundial, como muchas de áfrica de volver a tener un encuentro ecuménico en sus tierras como lo fue Sudáfrica 2010.
