Ronaldinho, y el recordado día de los aplausos blancos
Ronaldinho es sin duda sinónimo de grandeza, tanto como jugador de fútbol como persona. Cualquiera que sea hincha de un equipo “neutral” alaba constantemente sus pases, sus jugadas o sus definiciones.
Aquel Ronaldinho que supo apadrinar nada mas ni nada menos que a Lionel Messi en sus primeros años de carrera futbolística. Quien ganó absolutamente todo lo que jugó, desde trofeos locales hasta Mundiales tanto en Brasil como con cada camiseta que vistió.
Sin embargo hay un dato que pocos recuerdan o tienen presente. Un dato que bien podría decirse que es mas importante que todos los trofeos y elogios juntos. Algo que solo quienes de verdad sienten un amor incondicional por este deporte podrían cambiar todo lo material por un segundo de esta anécdota:
La misma ocurrió en la temporada 2005-2006, allí cuando el Barcelona, que aun era un pequeño ejemplar del monstruo que logró convertirse en los años posteriores , jugaba el clásico ante el Real Madrid. En esa época el poderío absoluto lo tenia su histórico rival, quien contaba con innumerables figuras de renombre que supieron ser conocidas como los Galácticos.
Frente a ese equipo de estrellas, en las que se encontraban Zidane, Raúl, Roberto Carlos, Casillas, Beckham, y Ronaldo ( entre otros) se dió uno de los hechos mas resonantes en la historia del Derby español.
Corría el minuto 30 de la primera etapa cuando Ronaldinho recibió la pelota en el centro de la cancha; desde allí partió un contraataque veloz por la franja izquierda, haciendo fácil lo que parecía imposible. Tan solo cuatro pasos le bastaron para meterse dentro del área desparramando a las figuras madrileñas a su camino, definiendo con un simple toque de sutileza ante el enorme Iker Casillas.
Sin embargo lo mejor es lo que sucedió después; mientras los jugadores se encontraban atónitos por lo realizado, una oleada de aplausos comenzó a bajar desde las gradas madrilenses. El sonido era constante y cálido en sinónimo de admiración. Los mismos no fueron esporádicas o con ironía, por lo contrario, incrementaban a medida que pasaban los segundos dejando perplejos a todos los que se encontraban en el estadio.
Este gesto quedó grabado no solo en la memoria de Ronaldo de Assis Moreira, mejor conocido como Ronaldinho, sino que en la memoria de todos los hinchas de fútbol. Sabiendo que a partir de ese día, el crack brasileño había logrado otro hito para continuar agigantando su figura.