Polémica En Rusia Post Mundial Por Esta Razón
Los amantes del fútbol deben estar extrañando ya los goles de su seleccionado pero en Rusia todavía se vive el calor del Mundial aunque no por una razón positiva. Francia le puso punto final a una competencia que ya quedó en el pasado, pero en Rusia no quieren saber nada de ello.
La copa del mundo sigue estando latente en Rusia como hace años desde que se nombró que iba a ser sede. Esta increíble razón preocupa a todo el país europeo.
Lo que queda luego de la fiesta
Así como cuando convocas a una fiesta y se van todos los invitados tienes que limpiar tu hogar, acomodar los sillones y poner a lavar los platos, en Rusia están a punto de iniciar la limpieza pero no saben cómo. Es que los grandes estadios que se han construido para la Copa del mundo quedarán sin uso, y se les está buscando una razón para seguir existiendo.
¿En qué se convertirán los estadios?
Son 12 los estadios que correspondieron al mundial y sólo seis de ellos serán utilizados por equipos que actualmente forman parte de la Premier League Rusa, la primera división del país anfitrión de la copa del mundo. Por lo tanto, se ha lanzado un debate nacional para que se presenten ideas y aportes privados para desarrollar diferentes proyectos.
Hay solución para algunos
Así como varios representantes de las ciudades que fueron sedes aún no saben que nuevo proyecto realizar para los monstruosos estadios, otros sí tienen una idea clara. El gobernador de Kalingrado ha propuesto crear un área libre de comercio alrededor del estadio. En Ekaterimburgo, se desarmarán las gradas temporales para reducir la capacidad de 35 mil a 12 mil asientos para que sea más fácil su mantenimiento.
Luzhniki Stadium
El recinto más relevante y que más atención ha recibido durante el mes de competencia en suelo ruso fue el de la sede de Luzhniki. Con capacidad para más de 81 mil espectadores, será sede de grandes conciertos musicales. Asimismo, es el elegido para que sea la casa de la selección rusa de fútbol unas cinco veces al año como mínimo.
La enfermedad FIFA
Cuando una copa del mundo acaba, en la nación anfitriona sólo queda soledad, como si un huracán los haya arrasado. Ya había ocurrido en Brasil 2014 que a menos de un año de haber terminado la competencia, los estadios quedaron totalmente desolados y los millones que se invirtieron sirvieron sólo para un mes de atención.
Una gran diferencia
Lo que hace prever un futuro muy oscuro para muchos de los estadios construidos para Rusia 2018 es que si en Brasil que es un país futbolero como pocos -sino es que es el más futbolero del mundo- ciertos estadios acabaron abandonados y siendo estacionamientos para autobuses, ¿qué tanto peor podría ser en una nación que no vive el fútbol en casi su totalidad?
Ya tienen asignados un rol
La mitad de los escenarios se sabe que formarán parte de varias instituciones ya que clubes de fútbol lo tomarán como su sede de local. El Otkrytie Arena seguirá siendo la casa del Spartak de Moscú, otro de los grandes elencos de la ciudad y de todo el país. El Kazán Arena hará lo propio con el Rubin Kazán, el Fisht Stadium del Sochi y el Saint Petersburg Stadium del Zenit.
Apoyo estatal
Desde el gobierno ruso, con Vladmir Putin a la cabeza, han decidido aportar una última inyección económica en razón de la copa del mundo a pesar de que ésta ya ha acabado. Destinaron 200 millones de dólares para que se dividan entre las ciudades que tienen localizados los estadios y que se mantengan en buenas condiciones.
Kalingrad Stadium
Sumada a la propuesta del dirigente de la ciudad de convertirlo en un área de libre comercio, el Kalingrad Stadium puede tener otro destino en un futuro. Como no hay una institución de fútbol en la ciudad rusa, podría formar parte de la incentivación estatal para que practiquen dicho deporte. Es una opción que escuelas de fútbol y oficinas de organizaciones deportivas se asienten allí.
Una orden directa
Un país tan presidencialista como el ruso ancló su postura. "Quiero advertir a mis colegas de inmediato, no debemos permitir que estos lugares se conviertan en mercados al aire libre, como vimos en el estadio deportivo en Moscú a mediados de la década de 1990" declaró Vladimir Putin a días de comenzar la copa del mundo.
Nizhny Novgorod Stadium
En este recinto para casi 45 mil personas se jugaron partidos como el de cuartos de final entre Uruguay y Francia, y el de octavos de final entre Croacia y Dinamarca. Por allí pasaron los dos finalistas de la copa del mundo pero no encuentra un rumbo certero en el futuro. Se buscan inversores extranjeros para re-utilizar el lugar aunque temen que acabe siendo un estadio abandonado.
La situación del estadio más importante
Sin dudas el recinto que está situado en Moscú, el Estadio Luzhniki en donde se desarrolló la apertura, la final y otros cinco encuentros más de la copa del mundo, fue el más relevante de todos. Se han destinado 388 millones de dólares para la renovación del mismo en 2017 aunque no quedaría en la nada y sería sede de un club importante de la ciudad.
Samara Arena
La preocupación del gobernador de la ciudad rusa es entendible si se centra la atención en el estadio de Samara. Aún no se sabe que será del destino de este recinto. Podría utilizarse como estadio de local para el Krylya Sovetov pero ello no sería inteligente ni provechoso porque dicho club es demasiado chico para llenar los 45 mil lugares o siquiera hacerse cargo de su financiación.
Rusia y un pasado preocupante
El país europeo ya ha vivido lo que es el abandono total de un recinto tan emblemático en la mismísima ciudad capital. Esta misma sede sufrió la caída económica en el país en 1990 al tener que cerrar sus puertas y debió ser alquilado a vendedores ambulantes para que se asienten en las parcelas de césped y vendan sus productos. En aquel entonces quedó como símbolo de la depresión económica y no quieren que vuelva a suceder.
Mordovia Arena
Quienes sean fanáticos del fútbol alemán podrán encontrar un gran parecido en el Mordovia Arena de la ciudad de Saransk con el Allianz Arena del Bayern Munich que se sitúa en la capital alemana. El recinto que fue sede para Portugal - Irán y Perú - Dinamarca, entre otros, tiene en vistas reconvertirse en un centro comercial.
Quedarán desproporcionados
La liga local rusa no es de las más importantes a nivel del Viejo Continente y tampoco está en segundo orden. Según las estadísticas, se convoca a un promedio de 13 mil espectadores por juego mientras que la capacidad mínima de los recintos mundialistas no son menor a la de 44 mil asientos. Más de la mitad de la capacidad de los estadios lucirán vacíos.
Volgograd Arena
El Volgograd Arena fue sede de Arabia Saudita - Egipto, Inglaterra - Túnez, Nigeria - Islandia y Japón - Polonia. No formó parte de la etapa decisiva del mundial y con esos 4 cotejos cerró su participación en Rusia 2018. Ello no sólo sería lo último sino quizás lo único para lo que sirviese esta construcción que costó 260 millones de dólares. ¿Si eso no es un desperdicio de dinero, qué?
Sean inteligentes
Vladimir Putin no sólo que pudo exhibir una gran copa del mundo que en algún momento pudo haber sido boicoteada por el movimiento islámico ISIS en total paz sino que intenta ocuparse de lo que queda del mundial más allá de haber acabado. El máximo funcionario pidió que los gobernadores "sean inteligentes" a la hora de utilizar los nuevos estadios por el gran costo que significó construirlos.
Desorientados
El propio ministro de deportes de la ciudad de Samara, Dmitry Chliakhtin resumió en dos frases el desconcierto que afrontan post mundial: "Cuando diseñamos el estadio -Samara Arena- planeamos incluir muchas opciones para hacerlo económicamente viable". Y luego remató: "Pero ahora no entendemos realmente cómo se puede lograr eso".
¿Un final anunciado?
Es claro que Rusia no es un país en el cual se viva el fútbol más allá de este mes de 2018 que lo ha mostrado vinculado al deporte de la pelota y siendo el centro de atención mundial gracias a ello. Una vez más estamos en presencia de una inversión millonaria y desmedida por un mes de competición y que quedará en el olvido como Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. Y los ciudades con estas megaobras sufrirán las consecuencias...