Los apodos más graciosos de futbolistas mexicanos
A lo largo de la historia del futbol mexicano, muchos han sido los jugadores que han dejado huella no sólo por sus proezas en la cancha, sino también por los apodos o sobrenombres con los que se han hecho famosos. Ya sea que los hayan acompañado desde su infancia o que en algún momento de su trayectoria hayan sido ideados por compañeros de vestuario, por comentaristas deportivos o por la propia afición, motes como los veinte que aquí recopilamos reflejan el espíritu lúdico y festivo que ha distinguido a la pasión por el futbol en México, con su característica dosis de ingenio y picardía.
Hilario López, "El Moco"
Uno de los apodos más singulares en los primeros tiempos del fútbol mexicano le corresponde a Hilario "El Moco" López, quien integró la delantera de aquel célebre Necaxa de los “Once Hermanos” que obtuvo cuatro títulos de liga entre 1932 y 1938. Mundialista en Uruguay 1930, se destacaba por sus potentes disparos y por sus certeros remates de cabeza pese a su baja estatura. Su apodo no se debía precisamente a que fuera pegajoso o escurridizo, sino que era apócope de la palabra “mocoso”, uno de tantos términos con los que coloquialmente se le llama a un niño en México.
Manuel Rosas, "El Chaquetas"
Baluarte defensivo del primer equipo del Atlante en la década de los años treinta, Manuel "El Chaquetas" Rosas se distinguió por ser un gran recuperador de balón y por su dinámica incansable, cualidades que lo llevaron a formar parte de la selección nacional en Uruguay 1930. En aquella primera gesta mundialista se convirtió en el primer jugador mexicano en marcar dos goles en una Copa del Mundo, pero también fue el primero en anotar un autogol, desafortunada estadística que puede ser leída con ironía si se toma en cuenta el significado de su apodo en el español coloquial de México.
José Villegas, "El Jamaicón"
Jugador emblemático de Chivas durante la gloriosa época del "Campeonísimo", fue un defensor impasable, capaz de neutralizar a los atacantes más habilidosos. Sin embargo su desempeño bajaba considerablemente cuando jugaba fuera de México, y sus actuaciones con el “Tri” en los mundiales de Suecia 58 y Chile 62 fueron desastrosas. Atribuía esa baja de juego a la nostalgia que sentía por su tierra y por la comida mexicana, y su apodo (puesto por su madre porque de niño le gustaba mucho el agua de jamaica) trascendió a tal grado que cuando un mexicano no consigue adaptarse en el extranjero se habla de “síndrome del Jamaicón”.
Javier Guzmán, "El Kalimán"
Fue a principios de los setenta cuando Javier "Kalimán" Guzmán vivió una época gloriosa con aquel Cruz Azul que consiguió un tricampeonato, consagrándose como un inquebrantable defensa central que hacía dupla con el chileno Alberto Quintano. Sus notables actuaciones le valieron ser convocado a la selección nacional, y fue en un partido contra la Unión Soviética cuando el cronista deportivo Ángel Fernández, al narrar la manera prodigiosa en que consiguió evitar un gol despejando el balón cuando iba a rebasar la línea, le puso el apodo de “Kalimán”, en referencia a un conocido superhéroe de historietas mexicanas.
Luis Antonio Valdez, "El Cadáver"
Este delantero originario de Aguascalientes debutó con el Club Deportivo Guadalajara en la temporada 1986-87, y muy pronto sus goles le permitieron convertirse en figura y pieza importante para que las Chivas se coronaran en dicho torneo. Jugó también para el Monterrey y para el León, retirándose en 1994 tras vestir la camiseta del "Tri" en el mundial de Estados Unidos. Su apodo de tufo sepulcral contrasta con su buen olfato para el gol, pues en realidad era un atacante bastante “vivo” para mandar la pelota al fondo de la red en los momentos oportunos, de manera que quien quedara enterrado fuera el rival.
Gustavo Nápoles, "El Gusano"
No siempre los nombres de los animales más imponentes son los más socorridos para ponerle el mote a un futbolista, y si no que se lo pregunten a Gustavo "Gusano" Nápoles, delantero que inició su carrera en 1991 con los Tigres de la UANL pero que se consagró con el Guadalajara al conquistar el Torneo Verano 97, en una final contra Toros Neza en la que él solo marcó cuatro de los seis goles de las Chivas. Sus celebraciones tras anotar rendían además honor a su apodo, pues se lanzaba al césped con movimientos ondulantes, como un gusano en carnaval.
Pavel Pardo, "El Bebé"
Tras debutar en 1993 con el Atlas a los diecisiete años, Pavel Pardo fue uno de los mediocampistas más confiables del futbol mexicano entre la segunda mitad de los noventa y principios del siglo XXI. Siendo uno de los integrantes más jóvenes del "Tri" en el mundial de Francia 98, recibió el mote de “Bebé” por parte de un comentarista. El apodo lo acompañó el resto de su carrera, aun y cuando en su paso por el VfB Stuttgart de Alemania se lo llegó a conocer como “El Comandante”. Se retiró en 2013 jugando para el Chicago Fire de la MLS, siendo aún un “bebé”.
Francisco Fonseca "El Kikín"
Llegó en 2003 a los Pumas de la UNAM procedente de La Piedad, consolidándose como una de las principales opciones de ataque de los universitarios y consiguiendo un bicampeonato en 2004. Fue en esa época cuando decidió poner en su camiseta el nombre de "Kikín", el apodo de su hermano mayor, que había fallecido siendo muy joven y era un gran aficionado de Pumas. Vistió también los colores de Cruz Azul, Benfica, Tigres y Atlante. Hoy, como comentarista deportivo, da muestra de su gran sentido del humor al referirse como “kikinazo” a alguna ejecución deficiente por parte de un jugador.
Adolfo Bautista, "El Bofo"
Tras iniciar su carrera con los Tecos de la UAG se unió al Morelia en 2002, consolidándose como un delantero importante para que pudieran disputar dos finales. Obtuvo su primer título un año más tarde, jugando ya para el Pachuca, equipo con cuya directiva tuvo algunos desacuerdos que lo llevaron a integrarse a las Chivas en 2004 para coronarse campeón una vez más. Se retiró en 2014 luego de pasar por varios equipos sin alcanzar el mismo protagonismo. Su apodo no se debe precisamente a que sea un tipo suave, sino a que de niño le costaba trabajo pronunciar su nombre y decía llamarse "Bofo".
Javier Hernández, "Chicharito"
El hasta ahora máximo goleador histórico de la selección mexicana comenzó su carrera con las Chivas de Guadalajara en 2006, y muy pronto sus buenas actuaciones llamaron la atención de equipos europeos. Fue así que en 2010 se unió al Manchester United, para desde entonces convertirse en uno de los futbolistas mexicanos que mejor han logrado posicionarse en el viejo continente, militando en equipos como el Real Madrid, el Bayer Leverkusen o su actual club, el Sevilla. Heredó su apodo de su padre, el también futbolista Javier Hernández, a quien llamaban "Chícharo" por ser pequeño y de ojos verdes.
Ángel Reyna, "El Pleititos"
En 2004 debutó con el América, surgido de su propia cantera, para al año siguiente ser traspasado al San Luis, club con el que disputó la final del Clausura 2006 cayendo ante Pachuca. Posteriormente se unió al Necaxa, pero muy pronto volvió con las Águilas para una segunda etapa en la que llegó a obtener el campeonato de goleo. A partir de entonces la irregularidad ha jugado constantemente en contra de su potencial, y en su paso errante por diversos equipos ha tenido también problemas de indisciplina que no dejan lugar a dudas del porqué de su apodo.
Jesús Manuel Corona, "Tecatito"
El origen del apodo de este talentoso jugador mexicano del F.C. Oporto se remonta a sus épocas en Monterrey, club con el que debutó en 2010, y obedece a una cuestión meramente comercial: los Rayados eran auspiciados por la cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, por lo que parecía improcedente que el apellido Corona (marca de cerveza de la competencia) luciera en su camiseta; así pues, los dirigentes decidieron bautizarlo como "Tecate" (una de las marcas de la Cuauhtémoc Moctezuma), mote que derivó en “Tecatito” y que lo ha seguido acompañando aun y cuando a él ni siquiera le gusta la cerveza.
Hirving Lozano, "El Chucky"
La meteórica carrera de Hirving Lozano, quien se ha convertido ya en el futbolista mexicano más caro de la historia al fichar con el Napoli de Italia, se ha visto apuntalada por sus muy destacadas actuaciones con el PSV Eindhoven y con la selección mexicana, pero su historia de éxito comenzó con el Pachuca, equipo con el que debutó en 2014. El mote de "Chucky" data de esos tiempos, como una ocurrencia de sus compañeros, pues, según dicen, Hirving acostumbraba esconderse debajo de las camas o de los asientos de los autobuses para asustarlos, como todo un “muñeco diabólico”.
Javier Aquino, "El Cantinflas"
Al poco de debutar con Cruz Azul en el torneo Apertura 2010, Javier Aquino comenzó a destacarse como un extremo desequilibrante con capacidad goleadora. En 2013 fichó con el Villarreal de España pero dos años después volvió a México con los Tigres, con quienes consiguió su primer campeonato como jugador de la Liga MX. Fue parte del equipo que ganó la medalla de oro olímpica en Londres 2012, torneo en el que sus compañeros le pusieron el mote de "Cantinflas". Por supuesto, no podía faltar en esta lista el nombre de uno de los grandes cómicos de México.
Javier Orozco, "El Chuletita"
Surgido de la cantera del Cruz Azul, debutó en Primera División en 2005 y poco a poco se fue destacando como un atacante que podía ser mortífero si estaba enrachado, con lo cual era común que marcara dobletes y hat-tricks. Sus mejores momentos llegarían luego de su traspaso a Santos Laguna en 2013. Con los laguneros se coronó en el Torneo Clausura 2015, marcando cuatro goles en el partido de ida de la final contra Querétaro. Máximo goleador de la Liga de Campeones de Concacaf, debe su apodo a su padre, quien fuera también futbolista y era conocido como "Chuletas".
Christian Bermúdez, "El Hobbit"
Debutó en 2006 con el Atlante y fue pieza importante para que los azulgranas se coronaran en el Torneo Apertura 2007. Sus buenas actuaciones como volante ofensivo captaron la atención del América, que lo contrató en lo que parecía ser un fichaje estelar. Sin embargo apenas pudo disputar seis partidos con las Águilas entre 2012 y 2013. Posteriormente pasó por equipos como Querétaro, Puebla y Cafetaleros de Chiapas, su actual equipo en la Liga de Ascenso. Debe su apodo tolkieniano a su estatura de 1.59 m., tan baja como altas fueron las expectativas que generó en sus inicios.
Javier López, "La Chofis"
Mediocampista ofensivo que también puede jugar como extremo, se formó en las fuerzas básicas de Chivas, equipo con el que debutó en Primera División en 2013. En 2017 consiguió con el Guadalajara el doblete que significó ganar tanto la Copa México (venciendo a Morelia) como el Torneo Clausura (derrotando a Tigres), y por sus buenas actuaciones fue llamado a la selección nacional por Juan Carlos Osorio. Se dice que el curioso mote de "La Chofis" se debe a su parecido físico con una chica llamada Sofía que era novia de Giovanni Casillas, exjugador de Chivas. Hasta no ver, no creer.
Luis Alfonso Rodríguez, "El Chaka"
Lateral derecho con gran vocación ofensiva, se formó en las fuerzas básicas de Rayados de Monterrey, debutando con el primer equipo en 2010 para coronarse campeón del Torneo Apertura. En 2012 se unió al San Luis y posteriormente a Jaguares de Chiapas, hasta que en 2017 llega a los Tigres de la UANL, conquistando tres nuevos títulos de liga con los universitarios. Es el único jugador que ha sido campeón con los dos equipos de Nuevo León. Su apodo data de sus primeros tiempos con Rayados, cuando era fanático de la canción "Chacarrón Macarrón", del artista panameño “El Chombo”.
Rodrigo Salinas, "El Stripper"
Comenzó su carrera en 2008 con el Puebla, surgido de su propia cantera. Posteriormente pasó por diversos equipos como Monarcas Morelia, Pachuca, Tijuana y Atlas, hasta que en 2017 llegó al Toluca, su actual club. Se ha destacado como un lateral derecho capaz de subir al ataque y marcar goles, y fue precisamente al celebrar una anotación que consiguió para Monarcas (quitándose la camiseta y bajándose el short para mostrar un tatuaje) cuando Salinas le dio al comentarista deportivo Christian Martinolli la ocasión para ponerle el mote del "Stripper", que lo ha acompañado independientemente de los colores que vista, o desvista.
Damián Álvarez, "La Chilindrina"
Surgido de las inferiores de River Plate en su natal Argentina, llegó al futbol mexicano en 2003 para integrarse a Monarcas Morelia. Sus buenas actuaciones lo llevaron a firmar un jugoso contrato con Pachuca en 2006. Con los Tuzos se coronó en el Clausura 2007, pero su consagración definitiva le llegaría con los Tigres de la UANL, a quienes se unió en 2010 para conquistar cuatro títulos de liga hasta su retiro en 2017. Naturalizado mexicano en 2012, su apodo data de sus épocas con Pachuca en que usaba el cabello largo y hacía rabietas, justo como el personaje de la popular serie del Chavo del Ocho.