Locura: El “orgullo” de ser Barra-Brava
La cultura de los barrabrava está muy instalada en Sudamérica donde la mayoría del mundo desconoce el real sentido de la existencia de ellos. Estos individuos no son personajes que alientan en la tribuna, sino que son delincuentes que se escudan en ello.
El desconocimiento sobre una situación lleva a la ignorancia y es así como la gran población mundial se limita a creer que los barrabravas son hinchas enfervorizados cuando en realidad son personas que se manejan en la ilegalidad.
¿Qué es ser un barrabrava?
Mientras que en muchas partes del mundo, la palabra "barrabrava" creen que identifica a aquella persona que se desvive por su equipo, en Sudamérica y gran parte de América es totalmente diferente. Si bien son aquellas personas que van a los estadios a alentar, también tienen nexos con el narcotráfico y otras formas de delincuencia, además de estar ligados al poder político.
Ser barrabrava no es ser un hooligan
Los hooligans eran aquellas personas en Inglaterra que bebían demás en los famosos pubs y terminaban en combates entre diferentes bandos. Generalmente la rutina de los ingleses era la de ir a estos bares y luego acudir a los estadios, es por ello que fueron ligados al fútbol y a la violencia. Aunque están lejos de tener las conexiones de un barrabrava.
El barrabrava y la dirigencia del fútbol
En muchos clubes de Sudamérica, la barrabrava es un grupo de 10 o 15 personas que tienen detrás de ellos a cientos más. Los dirigentes de los clubes se asocian a ellos para ganar poder en una institución o para llegar al poder mediante la compra de votos entre tantas relaciones que mantienen. Y una vez que llegan al poder, deben devolverles el favor.
Diego Maradona en el casamiento del barra
El 3 de diciembre del 2006, uno de los líderes de la barrabrava de Boca Juniors, Rafael Di Zeo contrajo matrimonio con Soledad Spinetto, como cualquier otro ser humano. Lo distintivo de la ceremonia fue que a ella acudió Diego Armando Maradona, un hecho que sólo los contactos pueden llevar a cabo. Y además, Spinetto era la secretaria privada del gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá.
Relación entre los clubes y los barras
Algunas instituciones deportivas ni siquiera se preocupan en ocultar el vínculo que sus dirigentes tienen con estos delincuentes. Se han mostrado en eventos del club juntos y en demás actividades dentro de la institución. Es una relación de poder constante en donde dirigentes y barras se alimentan mutuamente por intermedio de favores y acciones.
Los barras y la política
Además de estar muy bien posicionados en sus respectivos clubes por mantener lazos estrechos con la dirigencia, algunos de ellos también forman parte de partidos políticos nacionales o provinciales. Por lo tanto, en caso de tener algún problema mayor o entrar en la cárcel, si es que en algún momento llegan a estarlo, tienen contactos poderosos para salir de allí.
Ganancias
Los millones que mueven cada una de las diferentes barras van variando en cuanto a la importancia del club. Y de hecho, algunos que se muestran fieles a sus colores integran más de una barra de un club para beneficiarse más. Sus ingresos se deben a dinero directamente del club, cientos de entradas las cuales son revendidas y el merchandising en los alrededores del club los días de partido.
No hacen diferencias en la política
Para que se entienda mejor este punto, citaremos una de las barras más relevantes en el fútbol, la barrabrava del club Boca Juniors de Argentina llamada La Doce. Ellos han trabajado para el justicialismo, el radicalismo y también para los servicios de inteligencia nacionales. Algo diferente a los hooligans parecen ser, no?
Estacionamientos los días de partido
En las cercanías a los estadios en Sudamérica cuando hay partidos de fútbol aparecen los famosos trapitos. Estas son personas sin ningún estudio específico diferente al de cualquier otro ser humano que le cobra a otra persona por estacionar en la vía pública. Esto es ilegal, pero como las instituciones no funcionan y están asociados a ellos, la policía y demás servicios no actúan y se llevan su dinero de la recaudación, al igual que las barras.
Puestos de bebidas y ropa los días de partido
Si alguien fue a ver un partido en las ligas sudamericanas habrá observado que cuadras antes del estadio, siempre hay gente en plena calle vendiendo remeras que no son oficiales y bebidas de manera ambulante. Todos ellos responden a la barra y a la policía a los cuales sobornan para seguir recaudando dinero ilegal.
Testimonios de jugadores y entrenadores
Variados jugadores han dado a conocer la relación entre la dirigencia, los barras y los propios futbolistas. Un ejemplo de ello fue Boca en 1979 cuando Juan Carlos Lorenzo, entrenador xenieze, les dejaba presenciar las prácticas de fútbol a ellos exclusivamente. Y además, tanto él como otros jugadores contribuían económicamente para que los apoyen los fines de semana. Patético!
Lejos de ser el Barrabrava que todos creen
La realidad difiere mucho a la que se plantea en el mundo. Se entiende por barrabrava aquel hincha pasional que da apoyo incondicional a su equipo así gane, pierda o empate. Como también se sostiene que es aquel que no falta ningún partido al estadio porque es como una religión propia, una religión futbolística.
La cultura del robo de banderas
En el mundo de las barrabravas, el hacerse de una bandera de una barra rival es un trofeo. En muchas ocasiones estos grupos de delincuentes se han cruzado entre ellos y han librado batallas por el simple hecho de "demostrar el amor hacia su club" o porque no son personas muy inteligentes en realidad y se han quedado con las banderas o trapos, como se les dice en su jerga, del otro club.
El barrio y la barra
La gran mayoría de estos grupos no es que se forman de manera mágica sino que provienen de años atrás cuando compartían el mismo barrio o localidad en su pueblo o ciudad. Son grupos de choque, de delincuentes, de vándalos y también hay de trabajadores muy humildes que ven la posibilidad de ganar miles por mes y toman ese camino oscuro.
Los apodos de los barras
La denominación de cada uno de los barras es temeraria y en algunos casos llega al punto de ser graciosa. Ellos, como si fuesen una tribu aparte de toda la sociedad, no se manejan por sus propios nombres de pila o apellidos sino que tienen apodos. Algunos de ellos son: El Carnicero (Enrique Ocampo alias Quique - Boca), Loquillo (César Rodríguez - Independiente), Caverna (Héctor Godoy - River) yEl Morsa (Omar Montero - Estudiantes).
Juegan políticamente a la vista de todos
En el encuentro jugado en el estadio Monumental de River en abril del 2012 cuando el millonario enfrentó a Instituto, una bandera fue desplegada en la exacta ubicación a donde va la barrabrava del club. Esta decía: "Clarín miente". Iba directamente en contra del histórico diario argentino que tenía una firme oposición al gobierno de turno Kirchnerista. Esa bandera fue pagada por dirigentes políticos.
"Clarín: Queremos fútbol gratis por TV"
Así como la barrabrava de River, llamada Los Borrachos del Tablón habían jugado a favor del gobierno Kirchnerista, La Docetambién hizo lo propio. Durante el superclásico contra River del Clausura 2009 y mientras Néstor Kirchner era el presidente de Argentina, mostró un telón con esa frase que le hizo recaudar 100 mil pesos.
La complicidad de ex jugadores
Muchos ex jugadores de la talla de Juan Román Riquelme, Martín Palermo o el actual futbolista Carlos Tévez han participado de los negocios de la barrabrava de Boca. Ellos se han juntado con peñas y grupos que son cercanos a la barra o son parte de la misma y han firmado camisetas y pelotas para que luego fueran vendidas y estos hicieran dinero.
Un sinfín de crímenes
Los barrasbravas tienen un repertorio variado de crímenes que en países que no funcionan correctamente, no les hacen perder la libertad, ya sea desde un hurto a un asesinato. Un caso que plasma este accionar es cuando fue asesinado Ernesto Cirino, en un enfrentamiento con Maximiliano Mazzaro, uno de los líderes de la barrabrava de Boca. Y Mazzaro contó con la complicidad de Pablo Migliore, arquero xeneize, para lograr escapar de la policía.
Violencia en los estadios
En la actualidad, las batallas que se libran en los estadios de fútbol no son más que por el poder y dinero dentro de una propia barra y no contra otra de un club rival. En el pasado quedaron las batallas campales como la de Boca y Chacarita el 3 de marzo de 1999 en la Bombonera que hizo caer en prisión a Rafael Di Zeo. Lo insólito además fue que se trató de un amistoso.