Las Asombrosas Reacciones Al Chilenazo De CR7
La jugada de la que todos hablan es de la gran acrobacia que realizó Cristiano Ronaldo ante la Juventus durante el encuentro de ida de los cuartos de final de la Champions Leagueen la cual el portugués se inventó una chilena impactante.
Una vez más, CR7 dio muestras de su poderío y jerarquía a nivel internacional al elevarse más de un metro y medio por encima del césped y alcanzar a conectar un balón a más de dos metros y medio de altura tras un centro de Dani Carvajal, el lateral derecho del Madrid. Inmediatamente luego de ese instante, todos se rindieron ante el impactante gol del crack del Madrid.
Las reacciones a dicho gol comenzaron un segundo más tarde de que el esférico bese la red custodiada por el mítico Gianluigi Buffón. El portero se quedó estático en medio del arco ante tanta majestuosidad. Quien lo marcaba al punta ex Manchester United, Andrea Barzagli sólo movió sus brazos en un gesto de resignación al ver semejante pirueta.
Para festejar dicho tanto, Ronaldo corrió hacia el córner opuesto a donde provino el centro con su dedo índice levantado como queriendo decir que “es el número 1“. Ante tal evidencia, las más de 41 mil personas que presenciaron el golazo en el Juventus Stadium comenzaron a aplaudir a su verdugo. Desde los cuatro costados del recinto bajaban los aplausos para el jugador que le acababa de clavar un puñal en el corazón para matar las ilusiones de pasar de ronda en la Championspero era tal el estruendoso gol que el reconocimiento hacia él se hizo presente. En ese ida y vuelta, Ronaldo dejó de festejar el tanto para mostrar asombro y pedir disculpas.
Mientras tanto, en el banco de suplentes visitante, Zinedine Zidane no podía creer lo que veía. El francés, que bastante sabe de golazos y de jugadas increíbles, se tomó su calva pelada con su mano derecha y luego comenzó a agitarla como diciendo “vaya golazo” al darse vuelta para mirar al banco de suplentes. Y eso que el actual entrenador del Madrid tiene en su haber una tijera de antología que le marcó al Bayer Leverkusen en 2002. Sus compañeros, Sergio Ramos y Casemiro salieron corriendo del banco de suplentes para abrazar a Ronaldo, que por unos minutos, fue querido por simpatizantes propios y rivales.
