La Oscura Historia Del Soldado Nazi Que Brilló En La Liga Inglesa

Su nombre fue Bert Trautmann, y es uno de los tantos jugadores que han pasado por el espectro del fútbol que ha desarrollado una historia mucho más rica que tan sólo actuaciones durante partidos que acabaron en títulos para sus equipos.

Su vida por fuera del fútbol lo encontró en el regimiento nazi, además de ser una leyenda del fútbol de Inglaterra y luego ser entrenador de varios seleccionados. Conoce el extraño episodio que vivió al ser tomado prisionero y tener que disputar un partido de fútbol con sus enemigos.

Sus orígenes en su país natal

En el contexto que vivió Trautmann, Alemania vivía una crisis con más de 7 millones de desocupados. Para contrarrestar el momento y salir de la pobreza, a los diez años, se inscribió en la juventud hitleriana, que defendía los ideales de Adolf Hitler, el sangriento dictador que ha marcado la historia de la humanidad con la matanza de millones de judíos.

ADVERTISEMENT

Nunca ocultó el ser nazi

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

La idea del joven Trautmann era encontrar en dicho movimiento, una vida diferente que le posibilitara vivir sin caer en la extrema pobreza. Fue voluntario de la Luftwaffe, que era la fuerza aérea de Alemania en la época del nazismo. Previamente, se había postulado para ser interpretador de código morse, pero al fallar el examen, se desempeñó como paracaidista.

ADVERTISEMENT

¿Cuál era su pensamiento?

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

"Es erróneo pensar que te ofreces como voluntario para matar gente. Simplemente intentas defender tu tierra, no dices ´voy a matar a los de cierta nacionalidad´" se defendió el alemán. Tenía bien en claro que por aquellos años -1939- si tú no matabas al enemigo, el enemigo acababa contigo.

ADVERTISEMENT

Ascenso

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Por su gran trabajo desempeñado en la fuerza aérea en tierras rusas, fue ascendido a sargento y obtuvo la Cruz de Hierro entre otras cinco medallas que se le fueron otorgadas. "Supongo que soy un tipo afortunado, porque sólo en Rusia murieron 20 millones de personas" reflexionó quien tiempo después le daría un vuelco apasionante a su vida.

ADVERTISEMENT

No es fácil ser un soldado

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Luego de años de haber transitado su época de militar, Trautmann reveló que uno de los peores momentos que vivió era en los campos de batalla: "Cuando ves la sangre de gente que pierde un brazo, la cabeza o la pierna te preguntas ´¿Por qué me hice voluntario?´". Lo cierto es que éste escaló posiciones y continuó afiliado a pesar de estos impedimentos.

ADVERTISEMENT

Su primer y extraño acercamiento al fútbol

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Trautmann fue capturado en tres ocasiones por el ejército enemigo, los aliados que eran formado por los países Francia, Polonia y Reino Unido en un comienzo. Él relató lo que vivió en la insólita tercera captura: "Me llevaron a un campamento que estaba entre Manchester y Liverpool, donde había un general escocés medio loco que formó un equipo de fútbol".

ADVERTISEMENT

Cambió de bando en la guerra

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Luego de tres años como prisionero, su modo de pensar ya no coincidía con los ideales nazis y cambió su forma de ver el mundo. Al ser liberado, decidió quedarse en Gran Bretaña debido a que encontró al "amor de su vida". Allí comenzó a rehacer su vida al trabajar en una granja de la localidad de Milnthorpe y luego al ser el desactivador de explosivos en Huyton.

ADVERTISEMENT

Sus primeros pasos en el fútbol inglés

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

En el año 1948 formó parte del equipo de la región, el Saint Helens Town. De inmediato y tras grandes actuaciones, el Manchester City se decidió a contratarlo para que sea el reemplazante de Frank Swift, el mítico portero que había representado al seleccionado inglés y jugó 16 años en los citizens.

ADVERTISEMENT

Fue rechazado por su pasado nazi

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Como él nunca ocultó sus raíces y su decisión de formar parte del movimiento nazi cuando era joven, el público estaba en conocimiento de ello. Fue entonces que al asumir como nuevo jugador del Manchester City, se generó una cantidad de protestas que buscaban rechazar su contratación. Cuentan los diarios de la época que hasta los abonados amenazaron con boicotear al club que "se reforzaba con un soldado nazi".

ADVERTISEMENT

¿Qué recuerda?

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Como partícipe exclusivo de la situación, Trautmann comentó lo que vivió aquellos días: "Cuando llegué al City hubo 40 mil personas que salieron a las calles con pancartas que decían ´Si fichas a este alemán, vamos a boicotear el club´". El hecho de su vinculo con el elenco inglés generó mucha polémica durante sus primeros meses.

ADVERTISEMENT

Un rabino y un militar calmaron a los ingleses

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Quien primero intervino en la polémica en la que se metió el Manchester City al tomarlo como jugador fue Eric Westwood, un veterano de guerra que había participado de la Invasión de Normandía. Éste explicó: "No hay ninguna guerra en el vestuario". Mientras que un rabino de apellido Altmann, lo ayudó al salir en los medios y manifestar que "no se puede culpar a una persona por lo que sucedió en la guerra".

ADVERTISEMENT

De resistido a héroe

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Fueron 15 años los que necesitó Trautmann para convertir las pancartas de odio en elogios. Pero el hecho que lo consagró como mítico fue en la final de la Copa FA en 1956 ante el Birmingham. Tras un choque con un rival, se quebró la segunda vértebra y perdió el conocimiento durante el cotejo. Pero como la acción sirvió para defender el 3 a 1 que le daría el campeonato, fue alzado como un dios.

ADVERTISEMENT

Recuperación y nueva vida

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Fueron siete meses los que le llevó al portero el rehabilitarse de su lesión que le podría haber causado la muerte. Cuando se repuso, extendió su carrera hasta abril de 1964 y comenzó su nueva vida como entrenador. Así pasó al humilde Stockport County para años después convertirse en una parte fundamental de un Mundial.

ADVERTISEMENT

Mundial de 1966

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

El campeonato celebrado en Inglaterra lo encontró en el cuerpo técnico del seleccionado alemán, como asesor, que era liderado por Helmut Schoen. El ex soldado nazi contribuyó para que su seleccionado llegara a la final al vencer a Suiza, España, Uruguay y la Unión Soviética, pero no alcanzó para hacerse del lauro que finalmente quedó en manos locales.

ADVERTISEMENT

Volvió a Alemania

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Luego del mal trago que le significó no poder alzar la Copa del Mundo, el ex futbolista comandó su primer elenco de fútbol como entrenador principal, el Preuben Munster y luego el Opel Russelsheim. El primero de ellos vagaba en la Regionalliga que es la cuarta división del fútbol alemán y en segundo elenco apenas dirigió menos de un año.

ADVERTISEMENT

Condecorado por la realeza

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Luego de casi dos décadas de haberse alejado del deporte, la reina Isabel de Inglaterra le otorgó un reconocimiento de los más importantes de la realeza. Fue condecorado en 2004 con la categoría de Orden de Caballero del Imperio Británico. Su nombramiento se basó en la contribución que éste había logrado entre el Reino Unido y Alemania a través del deporte.

ADVERTISEMENT

Seleccionador

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Su historia en el fútbol había llegado a su pico máximo durante la década del 50´ cuando vestía los colores del Manchester City, pero no pudo volver a re-lanzarse en ningún momento. A pesar de ello, dichas actuaciones le permitieron hacerse cargo del seleccionado de Birmania en 1972 donde logró un lugar en los Juegos Olímpicos y ganó la Copa Presidente entre los países del sureste asiático.

ADVERTISEMENT

Otros trabajos

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Luego de los buenos resultados con el seleccionado de Birmania, se le abrieron varias propuestas aunque no entre países de relevancia. Comandó los planteles de Tanzania, Liberia, Pakistán y Yemen del Norte. Ello ocurrió desde 1975 a 1983 y donde no pudo conquistar títulos que lo hagan permanecer en los focos del fútbol mundial.

ADVERTISEMENT

Retiro y tranquilidad

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Fue en 1988 que Bert Trautmann decidió retirarse definitivamente del fútbol y se viajó a España donde buscó la tranquilidad que sus primeros años de vida no le habían dado. Fue allí que vivió con su tercer esposa llamada Marlis cerca de la ciudad de Valencia. En lo único que ocupaba sus días era en su fundación que fomenta el coraje y el espíritu deportivo.

ADVERTISEMENT

Sus últimos días de vida

ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT
ADVERTISEMENT

Así como en los comienzos de su vida tuvo la suerte de su lado al no perder la vida en el campo de batalla, durante el último año de su vida sufrió dos ataques de corazón que lo condicionaron. Finalmente, a los 89 años, el 19 de julio del 2013, falleció en el pequeño bungaló en el que vivía junto a su esposa en España.